sábado, 28 de diciembre de 2013


Después de un tiempo, uno aprende la
sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma;
Y uno aprende que el amor no significa
acostarse,
y que una compañía no significa
seguridad,
y uno empieza a aprender…
Que los besos no son contratos y los
regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta
y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir todos sus
caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es
demasiado inseguro para planes
y los futuros tienen su forma de caerse
por la mitad.
Y uno aprende que si se acerca demasiado
hasta el calor del sol se puede quemar.
Así que uno planta su propio jardín y
decora su propia alma,
en lugar de que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede
aguantar,
que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende… y así cada
día.
Con el tiempo aprendes que estar con
alguien
porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás
volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo
quién es capaz
de amarte con tus defectos y sin
pretender cambiarte
puede brindarte toda la felicidad.
Con el tiempo aprendes que si estás con
una persona
sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no
deseando volver a verla.
Con el tiempo aprendes que los
verdaderos amigos son contados
y quién no lucha por ellos, tarde o
temprano,
se verá rodeado sólo de falsas
amistades.
Con el tiempo aprendes que las palabras
dichas en momentos de ira
siguen hiriendo durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar
cualquiera lo hace,
pero perdonar es atributo sólo de almas
grandes.
Con el tiempo comprendes que si has
herido a un amigo duramente
es muy probable que la amistad nunca
sea igual.
Con el tiempo te das cuenta que aún
siendo feliz con tus amigos,
lloras por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada
experiencia vivida,
con cada persona, es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta que el que
humilla
o desprecia a un ser humano, tarde o
temprano
sufrirá multiplicadas las mismas
humillaciones o desprecios.
Con el tiempo aprendes a construir
todos tus caminos en el hoy,
porque el sendero del mañana no existe.
Con el tiempo comprendes que
apresurar las cosas y forzarlas a que pasen
ocasiona que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en
realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo
justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas
feliz con los que están a tu lado,
añorarás a los que se marcharon.
Con el tiempo aprenderás a perdonar o
pedir perdón,
decir que amas, decir que extrañas, decir
que necesitas,
decir que quieres ser amigo, pues ante
una tumba, ya no tiene sentido.
Pero desafortunadamente, sólo con el
tiempo…”


Aprendiendo.
José Luis Borges

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